En México, los casos de custodia se resuelven en tribunales familiares y están regidos por el Código Civil de cada estado y la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. El principio fundamental es el interés superior del menor, lo que significa que el juez debe tomar decisiones pensando en el bienestar físico, emocional y psicológico del niño.
Tipos de custodia en México
Existen dos tipos principales de custodia:
- Custodia monoparental: Se otorga a uno de los padres, mientras que el otro tiene derecho a visitas y convivencia. En la mayoría de los casos, los jueces suelen conceder la custodia a la madre.
- Custodia compartida: Ambos padres participan activamente en la crianza. Aunque es un modelo ideal, en la práctica se concede en pocos casos y generalmente cuando hay acuerdo entre los progenitores.
¿Cómo se determina la custodia?
El juez evalúa diversos factores, entre ellos:
✅ La relación del menor con cada progenitor.
✅ La estabilidad emocional y económica de los padres.
✅ La disposición de cada uno para fomentar la relación con el otro progenitor.
✅ La opinión del menor (si tiene edad suficiente para expresarla).
Además, pueden solicitarse pruebas psicológicas y estudios socioeconómicos para determinar qué entorno es más adecuado para el niño.
Régimen de visitas y convivencia
Si la custodia se otorga a uno de los padres, el otro tiene derecho a visitas programadas. Sin embargo, en muchos casos, los incumplimientos del régimen de convivencia no tienen consecuencias inmediatas, lo que puede derivar en la separación prolongada entre padres e hijos.
Desafíos del sistema judicial
⚖️ Largos procesos: Los juicios de custodia pueden durar meses o incluso años.
⚖️ Desigualdad en las decisiones: En la mayoría de los casos, se privilegia a la madre sin un análisis detallado de la capacidad parental de ambos.
⚖️ Falta de seguimiento: No siempre se garantiza que el régimen de visitas se cumpla, dejando a muchos padres sin acceso a sus hijos.
El sistema judicial en México busca proteger el bienestar del menor, pero enfrenta desafíos que afectan tanto a los padres como a los niños. Es fundamental conocer los derechos, contar con asesoría legal y promover reformas que garanticen procesos más justos y equitativos.